miércoles, 29 de enero de 2014

RELACIONES ENTRE ASMA BRONQUIAL Y ANSIEDAD COMO “RASGO” DE PERSONALIDAD



TRABAJO DE INVESTIGACIÓN TUTELADO POR EL DEPARTAMENTO  DE MEDICINA CLÍNICA. (SUFICIENCIA INVESTIGADORA).



UNIVERSIDAD MIGUEL HERNÁNDEZ.


 
INVESTIGADOR PRINCIPAL, (DOCTORANDO): Fco. Javier López González. (Psicólogo Clínico y de la Salud. U.N.E.D.).
INVESTIGADOR PRINCIPAL TUTOR: Dr. D. Jaime Merino Sánchez. (Catedrático de Universidad). U. M. H.
INVESTIGADOR PRINCIPAL AYUDANTE  Dr. D. Emilio Pol-Yanguas. Farmacéutico, Dr. En Medicina. U.M.H. Máster en Medicina Humanitaria. (Profesor Asociado  de Farmacia Hospitalaria U.M.H.).

RESUMEN
         Estudiamos una muestra de 44 pacientes diagnosticados de asma en el servicio de neumología del Hospital Universitario de san Juan y, en ellos, valoramos como variables principales, la ansiedad rasgo (0-10) y los distintos tipos de severidad del asma con los criterios GINA.  
El tipo de estudio, fue, observacional transversal correlacional. Los sujetos al final incluidos fueron (n=26), con una edad media de 45.84 años, SD = 17.02, se reclutaron en el centro hospitalario mencionado, conforme acudían al servicio de neumología (consultas externas).
Los resultados, en el análisis encontraron una relación pobre entre las variables principales. (r = -0.21.;  p =0.296, datos cuantitativos). (r = 0.24; p = 0.236) de forma cualitativa. No fue así en algunas de las asociaciones entre las variables secundarias, por lo que se analizaron estos resultados, relevantes en un principio y, dentro de nuestras hipótesis u objetivos secundarios.



PALABRAS CLAVE:
Ansiedad rasgo, valores FEV1, asma, disnea, GINA.
KEY WORDS:
Anxiety, trait, FEV1 values, asthma, dyspnea, GINA.

INTRODUCCIÓN

A)  Antecedentes
La cuestión del asma desencadenada por factores emocionales como ira, miedo o tristeza, surge desde Hipócrates de Cos, (padre de la Medicina Moderna), el cual afirmaba que: “el paciente asmático debe guardarse muy bien de su ira”. Posteriormente, Maimónides en el siglo XI y ya Osler a finales del siglo XIX –este último anglo-canadiense- llegaron a asegurar que existe “un fuerte elemento neurótico” en la mayoría de los casos de asma bronquial. Contemporáneamente ya es en el propio “Farreras” el autor que incluye un epígrafe de su manual de Medicina Interna a las variables emocionales en el asma. (Picado, 1997; en Farreras, y Rozman, 1997). 
Dejando aparte esta etiqueta de enfermedad psicosomática, en los últimos años los factores psicosociales en el asma han vuelto a despertar interés en la literatura médica en varias vertientes: a) como factores precipitantes de crisis; b) como posibles factores etiológicos en la génesis y desarrollo de asma; y, sobre todo, como “co-factor” necesario en muchos casos de asma refractario y de riesgo vital. Y por otro lado, existen hoy más datos disponibles sobre los posibles mecanismos psico-neuro-endocrinos e inmunológicos –en gran parte aún desconocidos- que vinculan asma bronquial y factores psicológicos.
Así pues, a principios del siglo XX el asma se veía como una enfermedad “neurogénica”, (Osler, 1892., Cifr. por Thomas y Griffiths, 2005), en la cual, el equilibrio en el sistema nervioso y los factores emocionales jugaban un papel fundamental, aconsejándose por ello, técnicas o estrategias de relajación. Más tarde, un mayor entendimiento de las bases inflamatorias de los bronquios ha llevado directamente a un mayor énfasis en la farmacoterapia. Aun a pesar del indudable progreso, los resultados siguen sin ser lo óptimos que debieran y muchos pacientes siguen sufriendo los síntomas y, continúan con una calidad de vida, relativamente mermada. (Rabe, 2004).
Aunque pocos puedan estar todavía de acuerdo completamente con las tesis de Osler, los datos siguen haciendo patente una relación entre asma y emociones como el miedo, ira y/o ansiedad y factores psicológicos. (Goodwin, 2003). Por ejemplo, estrés crónico y sucesos adversos de la vida se muestran como disparadores de exacerbaciones de asma. (Sandberg, 2000). Y el estado de salud en referencia con el asma, está independientemente relacionado con puntuaciones en ansiedad y depresión. (Rimington, 2001).

B)  Justificación:
Es común afirmar que la sobre-activación fisiológica, sea causada por estrés o ansiedad, a través del sistema nervioso autónomo (SNA), puede favorecer la aparición de determinados trastornos que podríamos llamar psico-somáticos o psicofisiológicos. Tal es el caso de las úlceras pépticas, el síndrome del intestino irritable, fibromialgia, psoriasis, lumbalgias, pequeñas infecciones de repetición al estar nuestro sistema inmune deprimido en mayor o menor medida, infartos de miocardio en relación al patrón de conducta tipo A, etc…
Por otra parte, sabemos que el asma bronquial puede causar ansiedad, manifestaciones emocionales como miedo o temor (entre otras cosas por la impredecibilidad de las crisis), y que se puede confundir a veces con el síndrome de hiperventilación, (Martínez-Moragón, et. al., 2005), pero… parecería importante definir con nitidez si podemos decir lo inverso. Esto es, ¿podemos decir que la ansiedad como “rasgo” estable de la personalidad (personalidad ansiosa, en la definición de Spielberger), (Spielberger, et al. 1970),  puede ser el desencadenante o causante del asma  en personas predispuestas, o, en su caso, explicar su fisiopatogenia?
         Lo que parece imprescindible -como cita la profesora Belloch- es que cualquier atisbo de causalidad que se pretenda encontrar tendrá que tomar en consideración, no sólo, la activación psicofisiológica, sino también la emoción concreta que llevó a ésta y, que obviamente, le precedía (Belloch, 1997).
Datos de la literatura especializada nos indican que hay un interés creciente en cuanto a esclarecer la relación que existe entre el estrés, la ansiedad y el asma. (Busse, 1995). Estudios cruzados indican que la co-morbilidad entre ansiedad y asma suele ser común o, que la prevalencia de trastornos de ansiedad en sujetos con asma es superior a la esperada y a la inversa; es decir, el asma es más común en las personas con problemas de conducta o psiquiátricos (como se puede observar en la literatura de la tabla adjunta), (Espinosa et al., 2006). La relación, obviamente, es más poderosa en aquellos pacientes tanto con ansiedad, como con asma severa. (Aunque en un estudio el asma severa no correlacionó con ansiedad alta). Evidentemente, esto parecería más bien antes que nada una explicación circular, ya que las explicaciones sobre causalidad, mecanismos implicados y dirección de la relación, se ven entorpecidos por la naturaleza observacional del estudio que se realizó. Pero lo que sí podemos intentar dilucidar es si la ansiedad mencionada (crónica), exacerba o influye negativamente en los síntomas o empeoramiento de la enfermedad asmática. Esto, constituiría un buen punto de apoyo para conocer la evolución o curso de esta patología.
Para justificar el problema objeto de estudio, hemos definido las variables (principales y secundarias), y se realizaron, las estrategias de búsqueda bibliográfica en la base de datos MedLine y la Colaboración Cochrane (27 de mayo a 1 de junio de 2008, ambos inclusive), por si se hubiese realizado algún meta-análisis al respecto y aunque se siguiera buscando periódica y posteriormente por si apareciese un artículo nuevo en ellas. Los descriptores fueron: “anxiety” “trait” y “asthma” y se limitó la criba a sujetos humanos, mayores de 12 años, indiferencia en cuanto al tipo de estudio; es decir, incluimos tanto los editoriales, como los ensayos clínicos, revisiones, ensayos randomizados, y trabajos publicados en los últimos cinco años.
La búsqueda arrojó 128 estudios o trabajos de los que sirvieron a nuestros propósitos un total de 33, finalmente, descartando, quedaron 16 de interés. Se presenta una tabla con dichos artículos específicos para ansiedad, unida o no a otros trastornos mentales, y asma, reflejando el estado actual de las investigaciones que se han realizado hasta el momento, (últimos cinco años).

En definitiva, como se puede observar:
a): los diversos estudios consultados muestran que el asma bronquial es la alergopatía más relevante o prevalente.
b): que existen porcentajes de prevalencia de ansiedad/asma en torno al 20% y en algunos casos se ha llegado al 59%.
c): que la ansiedad impide o dificulta el cumplimiento terapéutico.
d): que empeora la evolución y el curso de la enfermedad en estos enfermos, ello medido a través de pruebas objetivas, como el St. George`s Respiratory Questionnaire (SGRQ), (Jones et al, 1991) –el que nosotros utilizamos- o el AQLQ (Asthma Questionnaire for Quality of Life), (Juniper, et al., 1999).
e): que las visitas a los servicios de urgencias o ambulatorios se incrementaban en los asmáticos que asociaban al asma, la ansiedad.
f): que en un editorial aparecido se sugería la idea que se debía tratar la ansiedad por si disminuían así los síntomas del asma. (Idea muy sugerente, por otro lado.)
g): por último, como dato relevante, la ansiedad es más prevalente en mujeres y que la ansiedad en el grado último de la enfermedad; es decir en el persistente grave, según criterios GINA (Global Initiative for Asthma, 2007), no están relacionados, (sobre todo en los valores FEV1).

Por todo ello, en el presente trabajo hemos tratado de establecer si existen relaciones o no, entre la ansiedad rasgo (AR), medida mediante el cuestionario STAI: State -Trait Anxiety Inventory, (Spielberger, 1970) y los distintos tipos de severidad del asma utilizando los valores FEV(1) (volumen espiratorio forzado en el primer segundo), y los criterios GINA (2007), como variables principales de valoración.  También se consideraron otras variables secundarias como el IMC (índice de masa corporal), diferencias de género, calidad de vida relacionada con la salud (medida con el cuestionario St. Georges), nivel de estudios; co-morbilidad: somática, psiquiátrica o psicológica, ingesta de otros tipos de fármacos al margen de la terapia del asma, efectos secundarios de la medicación anti-asmática, entre otras, etc.

OBJETIVOS
1º.- Principal.
         Intentar establecer una relación entre los valores de ansiedad rasgo,  de los enfermos incluidos y la severidad de su asma según los valores FEV1 y criterios de clasificación GINA.  
2º.- Secundario
Valorar la posible influencia de un conjunto de variables independientes (VV.II.) secundarias (el hábitat del sujeto, índice de masa corporal, consumo asociado de otros fármacos, automedicación, limitación funcional o de actividades, o co-morbilidades somáticas o psiquiátricas asociadas, consumo de ansiolíticos, efectos secundarios de la medicación anti-asmática, época del año en la cual hay mayor manifestación de sintomatología…etc., o las atribuciones que hacen los sujetos acerca de la etiología de su enfermedad).

MATERIALES Y MÉTODO
a)     Se planteó un estudio observacional correlacional de dos variables principales y análisis de regresión simple para las variables secundarias (dos objetivos), que se mencionarán posteriormente.
b)    Para la extracción del “tamaño muestral” suficiente y necesario para nuestro estudio, se utilizó el paquete estadístico “n. 2. 0” del Departamento de Biometría de los laboratorios Glaxo Smith & Kline, (2005), cortesía de los mismos.
El material más relevante que se utilizó fue:
a) Hoja de consentimiento informado, en la que se explicaba al sujeto la naturaleza y los objetivos del estudio así como los datos que se requerían de su historia clínica, para lo que se requería obviamente de su consentimiento mediante firma.
b) Hoja de recogida de datos “ad hoc”, con los datos socio-demográficos, edad,  peso, altura, índice de masa corporal, apoyo socio-familiar, nivel de estudios, fecha de inicio y época del año de mayor exacerbación de la sintomatología, enfermedades solapadas o co-mórbidas y consumo de otros fármacos distintos de la terapia anti-asmática, efectos secundarios de la misma, control terapéutico o adherencia, y, posibles factores psicológicos desencadenantes.
c) Escala de “limitación de actividades” del cuestionario St. George`s.
d) Hojas de función pulmonar (espirometrías, con valores FEV, IMC, etc).
e) El cuestionario de ansiedad estado/rasgo STAI. (20 ítems, sólo parte rasgo)
f) Los criterios de inclusión fueron: capacidad cognitiva suficiente para responder a los diferentes cuestionarios, no padecer patología psiquiátrica grave en activo, o descompensada, tener un diagnóstico de asma no ocupacional estabilizada en mayor o menor medida, por farmacoterapia, una duración del diagnóstico de asma de al menos un año, tener una edad de 12 años en adelante. Se consideraron criterios de exclusión, no firmar el consentimiento informado, falta de cooperación del paciente y, o bien  no poder rellenar los test, o no disponer de tiempo para ello.
g) Los datos fueron introducidos y analizados en la base de datos SPSS (versión 12.0), para Windows en español. Utilizándose también las tablas de Excel para la corrección automatizada del St. George´s y las plantillas del test STAI (parte rasgo), para su corrección y transformación de las puntuaciones directas en decatipos.
h) Análisis estadístico de los datos: para el análisis estadístico se utilizó como dijimos el paquete SPSS para Windows. Una vez completada la base de datos con todos los requisitos, se inició un análisis de correlación de Pearson bi-variado (para las dos variables (VV.) principales (ansiedad y asma). (T de Student. Bilateral para el coeficiente de correlación de Pearson). Para las demás variables de interés se utilizó el análisis de regresión múltiple incluyendo V.V independientes principales e incluyendo las independientes secundarias.
Asimismo, se tuvo en cuenta en todo momento las nuevas actualizaciones que podían surgir en la base de datos MedLine así como el manejo de la guía GINA.
A los pacientes, se les evaluaba tras la consulta con el médico, invitándoles a prestar un poco de su tiempo para efectuar un estudio en ansiedad y asma, se les explicaba grosso modo el objeto del estudio y se pasaba directamente a realizar las preguntas de evaluación. Se elaboró una hoja de recogida de datos, (cerrada por el tutor  catedrático de Medicina, una especialista en Neumóloga y el psicólogo clínico evaluador), en la que se incluían ítems específicos sobre la evolución e inicio de la enfermedad, datos socio-demográficos, hábitat del sujeto, edad, índice de masa corporal etc., como más relevantes, y que más arriba ya habíamos apuntado.
         Posteriormente al querer medir calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), se extrajeron del Cuestionario de St. George´s, Respiratory Questionnaire (Jones, Quirck y Baveystock, 1991), los bloques de preguntas concernientes a limitaciones en actividades puramente conductuales o motoras, objetivando tras ello que el test no perdía apenas validez (menos de cinco centésimas en el peor de los casos). Para ello se recurrió a la lectura del artículo donde se presentaban datos relativos tanto a la fiabilidad, como a la validez de la prueba mencionada.
Previamente a las enfermeras se les solicitaba las espirometrías de todos los sujetos evaluados a fin de obtener los valores FEV1 y demás valores objetivos de función pulmonar. (Porcentaje del valor teórico del volumen espiratorio forzado en el primer segundo, mediante espiro-metría forzada). Los valores FEV nos indicaban el porcentaje basal de obstrucción bronquial (menor del 80% indicativo de obstrucción o limitación del flujo aéreo) y de acuerdo con ello, se clasificaban a los sujetos según los criterios de severidad del asma GINA: Intermitentes, Persistentes leves, Persistentes moderados y Persistentes graves.
Acto seguido, para finalizar con la evaluación se les pasaba el cuestionario “STAI” de Ansiedad Estado/Rasgo de Spielberger, (solamente la parte “rasgo”) que incluía 20 ítems relacionados todos ellos con ansiedad y/o miedos crónicos o de una cronicidad estable en el tiempo. La escala es en formato o tipo Likert, con cuatro alternativas de respuesta 0: casi nunca; 1: a veces; 2: de vez en cuando y 3: casi siempre. Identificativas todas ellas de una buena medida de dicha ansiedad con una fiabilidad próxima al 90%, α = 0.90. En todo el proceso evaluativo se tardo unos 15-20 minutos en entrevistar a los sujetos objeto de estudio.
En esencia:
1º.- Se definieron las Variables, tanto dependientes, como independientes principales, a nivel categórico o cualitativo y a nivel cuantitativo.
2º.- Para las variables categóricas principales, se utilizó el análisis de chi-cuadrado.
3.- Para las variables de escala y principales, se utilizó la r de Pearson (coeficiente de Pearson corregido al cuadrado).
4º.- Para las variables secundarias (exploratorias) se utilizó el análisis de regresión lineal.
         La corrección de las pruebas (St. George`s y STAI), se realizó mediante plantilla para este último, convirtiendo las puntuaciones directas en decatipos o centiles y después se convirtió la variable tanto a un nivel cualitativo (alta, media, baja), o cuantitativa (0 a 10).
Para el St George`s se utilizaron las puntuaciones de referencia estándar, sumando los valores preestablecidos cuando el sujeto contestaba “SÍ” o dejando en cero cuando contestaba “NO”. Al final arrojó un porcentaje (previa suma de sus componentes y conversión), que nos indicaba la limitación en actividades cotidianas o de la vida diaria que la persona tenía.
         Los datos se analizaron mediante el paquete estadístico SPSS para Windows. Se incluyeron –aparte de las variables principales, asma severidad y ansiedad- otros once bloques más de variables secundarias (aunque no menos importantes), con diferentes niveles, a saber:
a) hábitat del sujeto.
b) índice de masa corporal.
c) enfermedades somáticas o psiquiátricas co-mórbidas.
d) ingesta de otros medicamentos distintos de los prescritos para el asma.
e) nivel de estudios alcanzado y apoyo familiar.
f) visitas a urgencias u hospitalizaciones en el último mes o último año.
g) a qué atribuía el sujeto su asma, subjetivamente, claro.
h) si era fumador/a. 
i) si consumía algún otro tipo de tóxico y
h) cuál era la época del año de mayor sintomatología.
De este modo, también se les preguntó sobre si habían sufrido algún acontecimiento traumático emocional durante los últimos meses.

RESULTADOS  (PROVISIONALES).
Como decimos, se planteó un estudio descriptivo que  incluyó a 44 pacientes consecutivos de los que al final completaron el mismo 26 (n = 26), por las razones que se exponen en la  tabla I, de los anexos.
Se definieron los parámetros teniendo en cuenta además que, como la correlación entre ansiedad asma en estudios anteriores se citaba  en torno al 71%, se fuese relativamente humilde en la estimación de la correlación esperada (r = 0.50). Así pues, se utilizó un beta o potencia estadística del 80%, (β = 0.20), un nivel de significación o alfa α = 0.05; es decir a un nivel de confianza del 95%. El contraste se realizó de dos colas o bi-lateral. Lo cual arrojó un total de 26 elementos o unidades experimentales. El breve informe que se adjunta, muestra el tratamiento de los datos con el citado programa.
(“Para conseguir una potencia del 80,0% para detectar diferencias en el contraste de la hipótesis nula H: ρ= 0 mediante una Prueba T-Student bilateral para el coeficiente de correlación de Pearson entre dos variables, teniendo en cuenta que el nivel de significación es del 5%, y, asumiendo que la correlación esperada es 0,50, será necesario incluir 26 unidades experimentales en el estudio”).
       En relación a ello, se detuvo el reclutamiento de los pacientes cuando se llegó a  a dicho “n”, dejando la posterior recaptación para un futuro, con los objetivos de la tesis doctoral y poder comprobar otras variables de interés.
Comenzamos presentando los estadísticos descriptivos y de dispersión más relevantes.
         De interés fue comprobar como de un n de 26, solo 3 fueron varones, el resto 23, eran mujeres. Es decir el 70% eran mujeres frente al 30% que eran hombres. Además:
                                                                                      
                                                                                      
                                  (TABLA I). Estadísticos descriptivos


N
Mínimo
Máximo
Media
Desv. típ.
Edad en años

26
12,00
79,00
45,8462
17,02162
Grado de obstrucción bronquial

26
42,00
105,00
70,2692
15,93125
Puntuaciones test STAI

26
3,00
10,00
7,1538
2,05314
Limitación total activ. Porcent.

25
,00
88,04
51,4348
25,76007
N válido (según lista)
25





        
Como podemos observar, le edad promedio en años fue de 46 aproximadamente (redondeando); el promedio del grado de obstrucción bronquial fue del 70.27%; la ansiedad rasgo media de los pacientes con asma fue de 7.15, (puntuaciones altas de 7-10); el porcentaje medio de limitación funcional en actividades (según el cuestionario St. George`s, fue del 51.43%, existiendo un valor extremo de 88% en un caso aislado de obesidad mórbida asociada. 

Resultados correlacionales (Hipótesis).
A pesar de que un 30.7% de los pacientes con asma tenían asociada o co-morbilidad con problemas de conducta, ansiedad o trastornos mentales, no se halló relación estadísticamente significativa entre las variables “cualitativas” (ansiedad, baja, media, alta), (intermitente, persistente leve, moderado y grave, GINA). Además, ésta fue muy pobre.


                                         (TABLA II). Correlaciones a.



Grado de severidad asma
Puntuaciones stai cualitativa
Grado de severidad asma



Correlación de Pearson
1
,241
Sig. (bilateral)

,236
N
26
26
Valoración stai
cualitativa
Correlación de Pearson
,241
1
Sig. (bilateral)
,236

N
26
26
 
 
 
 


Así pues, continuando con el análisis tampoco se encontró de modo cuantitativo; es decir, convirtiendo las puntuaciones al test STAI en decatipos y tomando como referencia de obstrucción bronquial, los valores FEV1 con arreglo a los de referencia. Tabla 2.                              
                                                (TABLA III). Correlaciones b.



Grado de obstrucción bronquial
Puntuaciones test STAI
Grado de obstrucción bronquial
Correlación de Pearson
1
-,213
Sig. (bilateral)

,296
N
26
26
Puntuaciones test STAI
Correlación de Pearson
-,213
1
Sig. (bilateral)
,296

N
26
26
 
 
 
 

         No es ocioso recordar aquí que la relación –de partida- debiera ser inversamente proporcional; o sea negativa, como se ve, en la tendencia aunque tampoco sea significativa y sea pobre o baja. En definitiva a mayor ansiedad rasgo, menor valor FEV y, en consecuencia, mayor obstrucción bronquial.
No tendría por ello, pues mucho objeto analizar la co-variación entre una y otra variable de manera combinatoria (cualitativa, cuantitativa).

CASOS PERDIDOS: Es conveniente recalcar qué habría sucedido si se hubiesen incluido los restantes casos perdidos; es decir, como se puede observar en la tabla (I)de los Anexos,  de mortandad experimental, la edad (media no difirió sobremanera de la del grupo total y, en su gran mayoría los sujetos también fueron mujeres. (70%).
¿Es posible además, que la correlación hubiese aumentado y fuese estadísticamente significativa al aumentar el tamaño muestral o “n”?  Así como que la variabilidad en todos los parámetros estadísticos hubiese disminuido (sobre todo en el rango de edades).


Patologías Somáticas.

         Un total de 17 pacientes (65.40%), presentaban además alguna patología co-mórbida, al asma bronquial, tanto de tipo somático como psiquiátrica leve, diagnosticada y clasificada según la CIE-10 y recogida en la tabla que sigue:

          (TABLA IV). Co-morbilidades somáticas


Frecuencia
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
No
9
34,6
34,6

17
65,4
100,0

Total
26
100,0

Perdidos
Sistema
2


 Total
28



         En esencia o resumen las patologías co-mórbidas más frecuentes fueron por este orden y, con arreglo a la nomenclatura de la CIE-10: a): 03, enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas; b): 13, sistema osteo-articular y del tejido conectivo; c): 02, neoplasias (tumores), en la mayoría de los casos en recidiva o bajo control y d): 05, Trastornos Mentales que tenían historia clínica en el hospital o área de salud correspondiente.

         Así pues, en consecuencia, algunos de estos individuos estaban sujetos a otro tipo de medicación aparte de la recibida para su asma bronquial. En concreto:
Otra Medicación Asociada.(No Asmática).

          (TABLA V). Otros Medicamentos no Asma


Frecuencia
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
No
8
30,8
30,8

18
69,2
100,0

Total
26
100,0

Perdidos
Sistema
2


 Total
28



Un 69% de ellos estaban medicándose para sus distintas patologías, los fármacos más utilizados eran los preparados para el sistema locomotor como son los AINEs o el Paracetamol, en primer lugar, en segundo, fármacos para el Sistema Nervioso Central (SNC), y para el aparato circulatorio en tercero.

                            (TABLA VI). Efec. Secund.medicac.asmát.


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
no
13
46,4
50,0
50,0
13
46,4
50,0
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 

En cuanto a los síntomas que notaban como efectos secundarios de la medicación antiasmática, se reveló que el 50% notaban temblores en extremidades y taquicardia/palpitaciones (en su mayoría, sobre todo).

Medicación ansiolítica asociada

         Así por ejemplo en la toma de ansiolíticos (variable posiblemente confundente), se da en el 35% casi de los sujetos analizados; concretamente en el 34.60%.
                                                                                
           (TABLA VII). Medicac. Ansiolítica Asociada


Frecuencia
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
No
17
65,4
65,4

9
34,6
100,0

Total
26
100,0

Perdidos
Sistema
2


Total
28



                Se puede observar así, como el 34.6% de los pacientes (9), consumían ansiolíticos como medicación asociada; (bromazepam, alprazolam y lorazepam, fueron los más prescritos). La prescripción se realizó bien por médico generalista o de familia o, en alguna visita a los servicios de urgencia del hospital. Normalmente el neumólogo respeta la medicación ansiolítica que lleva asociada el paciente, pensando que le va a reportar más beneficio que perjuicio (posible depresión respiratoria concurrente a la ingesta).

·       Análisis bi-variado que influencia en la severidad del asma.

         En este epígrafe se señalan los resultados más relevantes referidos al análisis de datos (regresión lineal bi-variada), de variables secundarias en relación a la variable dependiente principal, grado de severidad del asma, u obstrucción bronquial; ya que dicho análisis se realiza a dos niveles; es decir cuantitativa, y cualitativa (según criterios GINA).

A)   Hábitat del sujeto:


                                                          
        (TABLA VIII). Resumen del modelo (*)

Modelo
R
R cuadrado
R cuadrado corregida
Error típ. de la estimación
1



,479(a)
,230
,197
1,23337

a  Variables predictoras: (Constante), Hábitat del sujeto

                                                                      
                                                                      

ANOVA(b)


Modelo

Suma de cuadrados
Gl
Media cuadrática
F
Sig.
1
Regresión
10,876
1
10,876
7,149
,013(a)
Residual
36,509
24
1,521


Total
47,385
25



 
 

a  Variables predictoras: (Constante), Hábitat del sujeto
b  Variable dependiente: Grado de severidad asma
                                                                             

                                                                             

                                                               Coeficientes(a)

Modelo

Coeficientes no estandarizados
Coeficientes estandarizados
t
Sig.
B
Error típ.
Beta
1
(Constante)
2,909
,372

7,823
,000
Hábitat del sujeto
-1,309
,490
-,479
-2,674
,013
  
  
 

a  Variable dependiente: Grado de severidad asma

Como se puede apreciar en el primero de los modelos, la R cuadrado corregida lo que nos viene a decir en definitiva, es que alrededor del 20% (19.70), de la variación en la variable dependiente “grado de severidad del asma”, viene explicada por la variable secundaria “hábitat del sujeto”.

(*) Los otros dos modelos se expondrán de manera conjunta, tanto de forma cualitativa, como cuantitativa, (se incluyen todas las variables predictoras frente a la variable criterio, y se indicará cuando la significación sea estadísticamente significativa o, cuando la correlación sea alta.

B)  Modelo de análisis utilizando ansiedad cualitativamente en conjunción con las demás variables. (Variable Dependiente: Severidad Asma).

                                                                    
                          (TABLA IX). Resumen del modelo

Modelo
R
R cuadrado
R cuadrado corregida
Error típ. de la estimación
1
,902(a)
,814
,594
,89470


a  Variables predictoras: (Constante), Otros Medicamentos no Asma, Limitación total activ. Porcent., Hábitat del sujeto, Apoyo Familiar/Social, Índice de masa corporal, Comorbilidad Psicológica, Época de mayor sintomatol., Puntuaciones stai cualitativa, Comorbilidades somáticas, ¿Estudia además?, Medicac. Ansiolítica Asociada, Edad en años, Sexo del sujeto.
                                                                               ANOVA(b)

Modelo

Suma de cuadrados
gl
Media cuadrática
F
Sig.
1
Regresión
38,555
13
2,966
3,705
,018(a)
Residual
8,805
11
,800


Total
47,360
24



 
 

a  Variables predictoras: (Constante), Otros Medicamentos no Asma, Limitación total activ. Porcent., Hábitat del sujeto, Apoyo Familiar/Social, Índice de masa corporal, Comorbilidad Psicológica, Época de mayor sintomatol., Puntuaciones stai cualitativa, Comorbilidades somáticas, ¿Estudia además?, Medicac. Ansiolítica Asociada, Edad en años, Sexo del sujeto.
b  Variable dependiente: Grado de severidad asma.
                                                                                        Coeficientes(a)

Modelo

Coeficientes no estandarizados
Coeficientes estandarizados
t
Sig.
B
Error típ.
Beta
1
(Constante)

-1,890
1,644

-1,150
,275
Edad en años
,025
,020
,310
1,242
,240
Índice de masa corporal
,163
,298
,110
,548
,594
Limitación total activ. Porcent.
,013
,020
,238
,645
,532
Sexo del sujeto.
1,455
1,238
,343
1,175
,265
Hábitat del sujeto
-1,527
,443
-,551
-3,449
,005
¿Estudia además?
-2,474
1,131
-,584
-2,187
,051
Apoyo Familiar/Social
1,062
,740
,209
1,435
,179
Comorbilidades somáticas
-,481
,535
-,168
-,900
,388
Comorbilidad Psicológica
1,081
,506
,366
2,135
,056
Medicac. Ansiolítica Asociada
1,052
,651
,367
1,616
,134
Puntuaciones stai cualitativa
,656
,496
,301
1,323
,213
Época de mayor sintomatol.
,436
,182
,468
2,394
,036
Otros Medicamentos no Asma
-2,286
,731
-,775
-3,127
,010
  


 a  Variable dependiente: Grado de severidad asma.


DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN
·       Análisis a posteriori o Discusión.
Llegados a este punto, se discutirán los resultados contrarios a nuestra hipótesis y se realizará una propuesta con sugerencias que, se deberían tener en cuenta a la hora de realizar trabajos posteriores, sobre la temática en cuestión.

A)  Nuestras conclusiones confirman una alta tasa de ansiedad en pacientes que visitan la consulta de neumología del hospital de san Juan, pero estos datos no se corresponden con las pruebas estadísticas utilizadas. El cuestionario administrado STAI, proporciona un resultado fiable para la identificación de esta patología tan frecuente, por lo que deben haber otras variables confundentes, que influyan en los resultados.
B)  Nuestro estudio evalúa la necesidad asimismo de esclarecer hasta qué punto las patologías co-mórbidas afectan adversamente a los resultados de la fármaco-terapia, médicos y a la calidad de vida relacionada con la salud, como ya apuntaron otros trabajos. (Benton, 2007).
C)   Aparte, otras limitaciones del estudio que podemos extraer  es que ha podido haber un sesgo en cuanto al tamaño muestral escaso con el que contamos. La baja correlación obtenida unida a la no significación estadística de la misma hace que “aun” no podamos aceptar como buena, de momento, nuestra hipótesis alternativa, (aceptando la nula), debido a que no disponemos todavía de un tamaño muestral lo suficientemente alto como para afirmar que la significación de nuestro estudio puede tener unas garantías aceptables.
D) Cabría preguntarse también pues, si las pruebas objetivas de función pulmonar se corresponden con los diagnósticos posteriores que realizan los especialistas; o, en el momento de la evaluación espirométrica, el sujeto está en mayor o menor medida, controlado; es decir, si hay como especies de falsos positivos o viceversa; (ya que la correlación entre valores FEV1 de los sujetos y la clasificación GINA es de 0.77, algo baja, “cuando debiera ser perfecta idealmente”); si los sujetos pudieran padecer otra patología pulmonar asociada distinta del asma; si fueron sinceros a la hora de contestar a los diversos cuestionarios y; en definitiva, llegar a dilucidar qué otras variables confundentes han podido hacer que nuestros objetivos no se hayan visto del todo cumplidos. Como incluir para un posterior estudio una escala validada y adaptada a la población española de percepción de disnea.
E)  En otro orden de cosas, los indicadores de riesgo, asociados a una mayor severidad del asma  –en nuestro caso fueron: el género femenino; que los síntomas fuesen perennes; es decir, durante todo el año; emociones negativas y/o traumas recientes; y limitación considerable en actividades diarias.
F)   Una pregunta clínica posible a contestar (dado que no se ha podido encontrar relación entre ansiedad y asma), sería, si podría el tratamiento de la ansiedad co-mórbida, en aquellos/as pacientes que la presentan, pudiese reducir la morbi-mortalidad o la sintomatología en los pacientes con asma.
G)   También habría que estar atentos a las discordancias que hemos visto –y apuntado- que existen entre los síntomas asmáticos y la función pulmonar objetiva. A fin de reconocer, tanto un déficit en la percepción real de la disnea como una posible sobre-percepción. (Harrison, 2003).

·       Conclusión
La conclusión principal de nuestro estudio es que se ha encontrado una relación “baja” entre la severidad del asma y el nivel de ansiedad rasgo y, que dicha correlación no es estadísticamente significativa. Pensamos que se necesitaría un “n” más alto; es decir, antes de aceptar la Hipótesis Nula (Ho), habría que conseguir más tamaño muestral y objetivar más aun los parámetros de función pulmonar. Asimismo sería importante, incluir una escala de percepción de disnea, como la escala de Borg.

santa Pola y Alicante, agosto de 2008.


AGRADECIMIENTOS
         Deseamos expresar nuestros más sinceros agradecimientos a Mª. Teresa Pérez Marín, Dr. Emilio Pol Yanguas, Prof.: Dr. D. Jaime Merino Sánchez, Dr. D. Eusebì Chiner Vives, D. Alberto Palomo Arias, D. Raúl Valiente López, D. Juan José Pérez Marín, y, en general,  a todo el servicio de Neumología del Hospital de san Juan (auxiliares, ATSs, así como al personal subalterno). Asimismo, quisiéramos agradecer a la Casa de Cultura de santa Pola (Alicante), el uso y disfrute de sus instalaciones para la realización de este trabajo.

REFERENCIAS:
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Belloch, A. Asma y emociones. En: Perpiñá, M. “Asma. Lo esencial”. (1997). Barcelona: Editorial Menarini, Area Científica. (pp. 243-271).
Benton, T.D.; Ifeagwu, J.A.; Smith-Whitley, K. Anxiety and Depression in children and adolescents with sickle cell disease. Curr Psychiatry Rep 2007; 9(2): 114-121. (CrossRef). Medline.   
Busse, W.W.; Kiecolt-Glaser, J.K.; Coe, C.; Martin, R.J.; Weiss, S.T.; Parker, S.R. Stress and Asthma: NHLBI workshop summary. Am J Respir Crit Care Med 1995; 151: 249-252. (CrossRef) Medline.
Espinosa, F.D.; Parra, R.; Méndez, N. H.; Toledo, N.; Menez, D.; Sosa, E. y Torres, A. B. Anxiety and depression in asthmatic adults in comparison to healthy individuals. Revista de Alergia Mexicana. 2006; 53 (6): 201-206.
Guidelinness GINA. Global Initiative for Asthma. Available on www.ginasthma.org. (Fecha Extracción 15/06/08).
Goodwin, R.D. Asthma and anxiety disorders. Adv Psychosom Med 2003; 24: 51-71. (CrossRef). Medline. Rewiew.
Harrison, B. D. Difficult asthma in adults: recognition and approaches to management. Intern Med J 2005; 35(9): 543- 547.
Hasler, G.; Gergen, P.J.; Kleinbaum, D.G.; Ajdacic, V.; Gamma, A.; Eich, D.; Rössler, W.; Angst, J. Asthma and panic in young adults: A 20-year prospective community study. Am J Respir Crit Care Med 2005; 171: 1224-1230. (Abstract Full Text). (CrossRef). Medline.
Jones, P.W.; Quirck, F.H. y Baveystock, C.M. The St. George`s Respiratory Questionnaire. Respir Med 1991; 85 Suppl B:25-31; discussion 33-37.
Juniper, E.F., Buist, A.S., Cox, F.M., Ferrie, P.J., King, D.R. Validation of a standardized version of the Asthma Quality of Life Questionnaire. Chest, 1999; 115, 5: 1265-1270.
Martínez-Moragón, E.; Perpiñá, M.; Belloch, A.; de Diego, A. Prevalence of Hyperventilation Syndrome in Patients Treated for Asthma in a Pulmonology Clinic. Archivos de Bronconeumología 2005; 41: 267-271.
Osler, W. The principles and practice of Medicine. Edinburg: Y. J. Pentland; 1892. (Citado por Thomas and Griffiths en Asthma and Panic: Scope for intervention?), American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, 2005: 171: 1197-1198. Editorial.
Picado, C. Asma Bronquial. (1997). en Farreras y Rozman, Medicina Interna (1997) (Vigésimotercera edición). Edición CD-Rom, PDF. http://www.sepeap.es/ , fecha de extracción: 23/06/08. 
Rabe, K.F.; Adachi, M.; Lai, C.K.; Soriano, J. B.; Vermeire, P. A.; Weiss, S.T. Worlwide severity and control of asthma in children and adults: The Global Asthma Insights and Reality Surveys. J Allergy Clin Inmunol 2004; 114: 40-47. (CrossRef). Medline. 
Rimington, L.D.; Davies, D.H.; Lowe, D.; Pearson, M.G. Relationship between anxiety, depression and morbidity in adult asthma patients. Thorax 2001; 56: 266-271. (Abstract Free full text). Medline.
Sandberg, S.; Paton, J.; Ahola, S.; McCann, D.C.; McGuinness, D.; Hillary, C.R.; Oja, H. The rol of acute and chronic stress in asthma attacks in children. Lancet 2000; 356: 982-987. (CrossRef) Medline.
Spielberger, C. D.; Gorsuch, R. L. y Lushene, R. E.  STAI Manual for the State-Trait Inventory (Self-Evaluation Questionnaire). 1970. Palo Alto, California: Consulting Psychologists Press.
Thomas, M. y Griffiths, C. Asthma and Panic: Scope for intervention? Am J Respir Crit Care Med 2005; 171: 1197-1198. Editorial.

ANEXOS
Se abre este apartado indicando toda aquella información de interés que hubiese enturbiado la exposición del informe o trabajo y que consideramos de interés relativo en aras de un una mejor visión del cuerpo del escrito así como de sus datos. En su mayoría se trata de tablas que pueden ayudar a una mejor comprensión del trabajo de investigación o, en su caso, disponer de información adicional a la ya relatada.
Así pues, en primer lugar, se comenzará con un análisis descriptivo de la mortandad experimental –o sujetos perdidos- así como de las variables más relevantes, (en frecuencias) incluyendo otros tipos de análisis estadísticos que se realizaron. En segundo lugar, se analizan con leyendas las tablas de frecuencias y los datos descriptivos más relevantes.

                                                                                
                                                       (Tabla 2). Hábitat del sujeto


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
rural
11
39,3
42,3
42,3
urbano
15
53,6
57,7
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0







 
 

                Como se puede apreciar, el 57.70% de los sujetos vivían en medio urbano, mientras que el 42.30% restante, lo hacía en zona más o menos rural. (Rodeada de árboles y plantas de distintas especies.

                                                              (Tabla3). Índice de masa corporal


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
15-18.5 excesiva delgadez
1
3,6
3,8
3,8
18.5-25 peso ideal
10
35,7
38,5
42,3
25-30 sobrepeso
6
21,4
23,1
65,4
30-40 obesidad
8
28,6
30,8
96,2
>40 obesidad mórbida
1
3,6
3,8
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 
 
 
 

                En cuanto al índice de masa corporal no es ocioso observar como hay un caso de obesidad mórbida y uno de delgadez extrema o anorexia. El resto estarían bajo peso ideal, seis con sobrepeso y ocho con obesidad. (Valores obtenidos objetivamente de las hojas de función pulmonar y/o espiro-metrías.

                                                                                
                                                                                
                                                   (Tabla 4). Apoyo Familiar/Social


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
no
2
7,1
7,7
7,7
24
85,7
92,3
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0







 
 

                En cuanto a si los sujetos recibían o n o un adecuado apoyo socio-familiar, el 92.30%, concretamente, vivían acompañados, (lo que redundaba en recordatorios de toma de medicación, etc.,); frente al 7.70% que relataban que vivían solos, lo cual hace más difícil la adherencia o cumplimiento terapéutico.

                                                                                

                                                        (Tabla 5). Sexo del sujeto.


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
Mujer
23
82,1
88,5
88,5
Hombre
3
10,7
11,5
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 


                 En cuanto al sexo de los sujetos el porcentaje es abrumador a favor de las mujeres 88.15%, frente al 11.50% de hombres. En concreto, fueron 23 mujeres frente a 3 sujetos varones.

                                                      (Tabla 6) ¿Estudia además?


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
no
23
82,1
88,5
88,5
3
10,7
11,5
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 

                  Como se puede apreciar, el hecho de que estudien o no, los sujetos hace predecir una mayor severidad del asma, con niveles de significación más que aceptables y, en el sentido de que a menor nivel de estudios, mayor severidad, como decimos del asma. 




                                                                   (Tabla 7). Fecha inicio síntomas


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
preeescolar de 2-5 años
1
3,6
3,8
3,8
infancia 5-12 años
6
21,4
23,1
26,9
adolescencia 12-18 años
5
17,9
19,2
46,2
adultos, de 18 en adelante
14
50,0
53,8
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 
 
 

               Como se puede ver en cuanto al a fecha en la que comenzó la sintomatología en el sujeto con asma (disnea), la tabla muestra los diferentes rangos de edad con sus correspondientes porcentajes de inicio. La mayoría; es decir, el 54% aprox., de ellos lo hicieron en la edad adulta.


                                            (Tabla 8). Hospital/Consult. último mes


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
ninguna
25
89,3
96,2
96,2
una
1
3,6
3,8
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0







 
 

                Hospitalizaciones en el último mes a causa de la patología asmática, fue solamente una (3.80%).



                                             (Tabla 9). Hospital/Consult. último año


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
ninguna
15
53,6
57,7
57,7
una
10
35,7
38,5
96,2
dos
1
3,6
3,8
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 
 

               
             No así sucedió cuando se amplió el margen a el último año, en el que hubo 10 sujetos que al menos ingresaron o acudieron a urgencias a causa de una exacerbación de su disnea o crisis de bronco-espasmo.



                                               (Tabla 10). Época de mayor sintomatol.


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
invierno
3
10,7
11,5
11,5
primavera
4
14,3
15,4
26,9
verano
1
3,6
3,8
30,8
otoño
5
17,9
19,2
50,0
todo el año
13
46,4
50,0
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 
 
 
 

        Trece sujetos en total (de 26), casi el 50%, refirieron sintomatología durante todo el año, siéndoles indiferente las distintas estaciones del año.

                                                                                            
                                                                                            




                                                           (Tabla 11). Grado de severidad asma


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
intermitente
5
17,9
19,2
19,2
persistente leve
3
10,7
11,5
30,8
persistente moderado
5
17,9
19,2
50,0
persistente grave
9
32,1
34,6
84,6
no hay espirometría
4
14,3
15,4
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 
 
 
 

              Como se puede ver el grado de severidad del asma que más abundó fue los persistentes graves según clasificación GINA, 34.60%, seguidos de los intermitentes; es decir, los más leves, según dichos criterios, con un 19%.      



                                             (Tabla 12). Comorbilidades somáticas


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
no
9
32,1
34,6
34,6
17
60,7
65,4
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 


                Un total de 17 sujetos (65.40%), tenían al menos una patología –somática- asociada en el momento de la evaluación bio-médica y psicológica.




                                          (Tabla 13). Otros Medicamentos no Asma


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
no
8
28,6
30,8
30,8
18
64,3
69,2
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 

                En cuanto a fármacos que consumían los sujetos, distintos a la medicación prescrita para su patología, el 70% aproximado, en términos de redondeo, tomaban algún otro específico. Los que más prevalecían eran los preparados para el aparato locomotor AINEs, paracetamol, etc.




                                              (Tabla 14). Comorbilidad Psicológica


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
no
18
64,3
69,2
69,2
8
28,6
30,8
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 

            Un total de 8 sujetos, es decir, el 30.80% tenían historia de comorbilidad o solapamiento de síntomas con otros trastornos psicológicos y en seguimiento por Salud Mental con medicación asociada o M. A .Primaria.

                       (Tabla 15). Medicac. Ansiolítica Asociada


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
no
17
60,7
65,4
65,4
9
32,1
34,6
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 

Los pacientes que, concretamente llevaban asociada medicación ansiolítica bien por médico de cabecera, bien por especialistas en salud mental, fueron el 34.60%; o sea un total de nueve sujetos. Los fármacos más utilizados eran el alprazolam, bromazepam y lorazepam. 


                                          (Tabla 16). Efec. Secund.medicac.asmát.


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
no
13
46,4
50,0
50,0
13
46,4
50,0
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 

La mitad de los pacientes informaron de efectos adversos sobre la medicación anti-asmática; en general, temblores, taquicardias o palpitaciones y algún episodio de bronco-espasmo con los beta-2 prescritos. Este aspecto no fue tan grave como para que se suspendiera la farmacoterapia.




                                         (Tabla 17). Adherenc. Farmacoterapéutica


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
no
6
21,4
23,1
23,1
20
71,4
76,9
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 

Un total de 20, de los 26 sujetos (el 77%), por las razones arriba expuestas, cumplieron efectivamente el tratamiento farmacológico según las prescripciones de los neumólogos.

                                                 (Tabla 18). Automedicación sujeto


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
no
4
14,3
15,4
15,4
22
78,6
84,6
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1








Total
28
100,0


 
 


                Por último, un total de 22 sujetos (el 84.60%) se auto-medicaban sin prescripción facultativa, por el mero consejo de su farmacéutico, con paracetamol e ibuprofeno, como hemos dicho, como fármacos más consumidos, para patologías que cursan con dolor más o menos crónico.

Presentamos asimismo una tabla resumen con las “atribuciones causales” que los sujetos hacían acerca de su enfermedad; es decir, a qué creían ellos que era debido subjetivamente hablando, claro.
                                                                                  CategAtribuc.


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
genéticas
1
3,6
3,8
3,8
tabaquismo
2
7,1
7,7
11,5
psicológicas
13
46,4
50,0
61,5
medioambientales
1
3,6
3,8
65,4
tóxicos
1
3,6
3,8
69,2
alergias
5
17,9
19,2
88,5
reacciones anafilácticas
1
3,6
3,8
92,3
alergias mascotas
2
7,1
7,7
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 
 
 
 
 
 
 

Como se observa, es curioso que la mayoría de los pacientes, en concreto justo la mitad de la muestra o, el 50%, atribuían sus síntomas a causas psicológicas, como nervios, estrés, ansiedad y miedo.
Seguidas iban las alergias en general, a las mascotas en particular y, en igual medida el tabaquismo, sea activo o exfumador/a.

Para terminar incluimos la tabla de estadísticos de frecuencia para los diversos acontecimientos traumáticos por los que podían haber atravesado los sujetos.
                                                                     Categ.Trauma


Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje acumulado
Válidos
ninguno
9
32,1
34,6
34,6
leve
3
10,7
11,5
46,2
moderado
7
25,0
26,9
73,1
grave
7
25,0
26,9
100,0
Total
26
92,9
100,0

Perdidos
Sistema
2
7,1


Total
28
100,0


 
 
 
 

El 53.80% de los sujetos, como se ve, sufrieron en los últimos meses antes de la evaluación alguna clase de evento traumático que, fueron clasificados de acuerdo a los baremos de la escala de Holmes y Rahe en cuanto a gravedad de los mismos, de moderados a graves. Ejemplos de ello, fueron: pérdida de seres queridos, separación conyugal, maltrato doméstico, reveses económicos, etc.
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